Beatriz
Gonzalez Casanova
Elements of Life
A la memoria de Beatriz, la alegría
de mi primita siempre estará entre nosotros. Estas palabras que nos obsequió
hace tiempo para meditar, se leen ahora como un poema en su ausencia.
La concepción suave y bella de la realidad que plasma sus ideas siempre
se expresa con una enorme y calurosa sonrisa, que aquí aparecen en sus
comentarios sobre los elementos de la vida. Este corto escrito que compartió
con nosotros representa un adorado recuerdo que siempre reflejará la presencia
de Beatriz entre nosotros.
Columna: AFIRMACIONES Y DESATINOS
Número: 11 Fecha:
10 abril 2000
B. Gonsuelo
Si tomáramos la posición de un observador
extraterrestre para tener una perspectiva panorámica, podríamos apreciar
la unidad manifiesta en unas cuantas configuraciones recurrentes a partir
de las cuales la vida se expresa a sí misma en un juego de infinitas variaciones
sobre un mismo tema. La sección áurea, por ejemplo, ese concepto de la
proporción asimétrica pero armoniosa, sobre la cual los griegos desarrollaron
su concepto de la estética, es una medida que se descubre por todas partes
en la naturaleza. Sin embargo, en materia de pautas y reglas, la Tabla
periódica de los elementos, también conocida como Ley periódica o Sistema
periódico, se nos revela como una disposición ordenada de singular y extraordinaria
excelencia y finura.
Los elementos químicos son los materiales
fundamentales de los que se compone toda la materia. En contraposición
a lo compuesto, un elemento es, por definición, aquella forma de la materia
que no puede descomponerse en otras más simples por procedimientos químicos
ordinarios. Los compuestos a su vez, son resultado de la avidez de los
elementos por enlazarse unos con otros en infinitas variantes. Actualmente
se conocen cerca de 110 elementos y se han reconocido por lo menos un
millón de compuestos, tan diferentes entre sí, como el agua y el sol,
dos de las combinaciones más conocidas del Hidrógeno -el elemento más
ligero- la primera con el Oxígeno y la segunda con el Helio.
El descubrimiento de los elementos y
el avance de la química fue uno de los procesos más lentos y tardíos de
cuantos el Hombre ha realizado a lo largo de su larga vida. Durante varios
siglos no se conocieron más de siete: el oro, la plata, el cobre, el hierro,
el plomo, el aluminio y el mercurio; en la segunda mitad del siglo XVIII
se descubrieron 16 más; 82 a lo largo de los siglos XIX y XX; los cinco
últimos muy recientemente. Precisamente el comportamiento periódico permite
inferir que por lo menos faltan ocho elementos más por descubrir. ¿Por
qué?
Cuando los elementos se arreglan conforme
a cierto orden (aproximadamente el mismo que correspondería al relativo
al peso atómico) se hace evidente una repetición de ciertas propiedades
químicas en periodos distinguibles muy semejantes a los de las escalas
musicales. Esta observación permitió a Mendeleyev proponer un arreglo
tabular cuyas columnas representan los grupos y las líneas horizontales
los periodos. La tabla tiene hasta ahora siete periodos constituidos cada
uno por un número diferente de elementos que sin embargo guardan entre
sí un patrón regular; el primer periodo lo constituyen 2 elementos, el
segundo ocho; el tercero 8 nuevamente; el cuarto 18; el quinto igual;
el sexto 32, y el séptimo, presumiblemente también 32, aunque estaría
todavía incompleto. La serie periódica se leería: 2•8•8•18•18•32•32 y
se acomodaría en una estructura piramidal con el dos en el vértice y el
último periodo de 32 en la base. Una verdadera obra maestra del arte.
La especie humana a través de sus más
grandes exponentes lo descubrió y lo comprendió, pero ¿de donde surgió
tal orden? ¿Hay un ser omnisciente que juega a los dados con la Tierra
y el universo o las leyes de la materia responden a un sistema autónomo
y espontáneo?
Al calentarse a temperaturas muy elevadas,
cada elemento irradia una luz que le es característica; si ésta se separa
por medio de un espectroscopio en sus colores individuales aparecerá una
disposición determinada de estos separados que se usa como clave de identificación.
Las líneas espectrales son como las huellas dactilares, hasta ahora no
se han encontrado dos elementos con el mismo patrón espectral.
El conocimiento es arte, el arte es orden
armónico, y las metáforas son el reservorio y expresión del significado
oculto y hermético de las cosas de la vida. Tanta belleza, tanta poesía
no ha pasado por alto a los poetas, intérpretes tejedores de la trama
de la vida. Si en la secundaria, la preparatoria o la profesional sufriste
con la química, si la Tabla periódica no fue para ti más que una matriz
de colores, atiborrada de números incomprensibles, vuelve tus ojos a Primo
Levi (El Sistema periódico) y a Juan Villoro (El disparo de Argón) en
busca de explicaciones más agudas y certeras.
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